domingo, 5 de octubre de 2014

Los tuyos, los míos y los nuestros Cap #02

Los tuyos, los míos y los nuestros
Por: K





                                              Capítulo 2: E l l o s



Baekhyun era simplemente un genio, un maldito genio.

Se había encargado de que el sillón azul de JongIn y el suyo amarillo sorprendentemente quedaran bien en un mismo espacio (cosa que él creía imposible).Baek se había cansado de repetirle que era absolutamente posible, pero no había podido callarlo hasta que al fin vio el resultado; el living se veía perfecto.

—La chimenea se ve increíble —opinó con un brillo especial en los ojos.

Of course! —respondió Baekhyun con su pésima pronunciación del inglés, agradeciendo mentalmente que no estuviera ahí Kris, sino se burlaría cruelmente de él.

Adaptar el espacio a los muebles que la pareja de tortolos había decidido conservar y a los que habían adquirido había sido relativamente fácil, gracias a que, a diferencia del editor, JongIn era un bastardo con muy buen gusto y había elegido todo con consciencia del estilo que quería lograr en el apartamento.

—Probablemente si JongIn no hubiera intervenido, entonces todo el apartamento habría terminado en color negro —bromeó Baekhyun para molestar al dueño del lugar. No se cansaba de aconsejarle qué otros colores usar, todo para que KyungSoo terminara pareciendo una maldita sombra.

—Muy gracioso, Baek —gruñó, maldiciéndolo un poco, aunque en el fondo le agradecía, ya que el apartamento simplemente se veía perfecto.


Michael Haverland




Para KyungSoo el lapso de “Hey, tenemos que reunirnos” -> “Hey, les diré a mis amigos” -> “Hey, dicen que mañana” había pasado demasiado rápido. Al fin era sábado y eso sólo significaba una cosa: JongIn conocería a sus amigos.

En su mente todo terminaba en dos opciones:

a) Que JongIn lo dejara

b) El fin del mundo

Él, sinceramente, prefería la segunda.


Con mucho pesar se vistió con unos pantalones ajustados negros y una camisa del mismo color, pero luego pensó en que si llegaba así tendría a Baekhyun fregándole la existencia, por lo que mejor la cambió por una casi idéntica pero en color blanco.

JongIn, por su parte, optó por vestir algo más… menos… cómo decirlo… vestía un pantalón beige, un suéter gris sobre una camisa azul, y un saco tres cuartos, azul también.

Kyung no lo decía, pero odiaba que con cualquier cosa se viera perfecto.

—Soo… ¿en serio?

El mayor lo sabía, era la misma plática de siempre.

—Yo creo que se ve bien. —Se excusó.

—¡Por supuesto que se ve bien! —alegó el moreno, acercándose a él. —Tú siempre te ves bien, pero deberías esforzarte un poco más. Es una reunión importante, Soo, en un lugar importante —agregó, comenzando a quitarle la camisa en un acto meramente inocente.

El aludido suspiró y se resignó. Al final sólo tuvo que cambiar su camisa a una azul a cuadros y ponerse un saco gris (cuadros también), que la verdad ni tan mal le iba.





Cuando al fin llegaron al lugar, el llamado D.O. estaba bastante nervioso. Sus manos sudaban e insistía en ordenar su impecable peinado.

El restaurante al que llegaron era de renombre y tenía miedo de que no se supieran comportar.

—Soo, he intentado no estar muy nervioso. —Le dijo Jong, mientras el edecán los dirigía a su mesa, apartada del resto por cuatro paredes que suponían no eran de concreto.

Ambos tomaron asiento y una vez el edecán se marchó comenzaron una pequeña charla para calmar el ambiente y así poder esperar.

El primero en llegar, para suerte (o desdicha) de ambos, fue BaekHyun; vestía unos pantalones de vestir ajustados de una tela ‘como brillosa’, una playera gris con la inscripción “What do you want to repair?” y un saco gris con mangas de imitación piel.

La verdad es que venía con la intención de lucirse, pues sabía perfectamente que D.O. no guardaba ninguna esperanza para con él.

Con un caminar elegante y una sonrisa de infarto saludó al que en secreto llamaba cuñado, para después saludar a su compañero de trabajo y luego sentarse con modestia y porte.

KyungSoo, al ver esto, pudo respirar. JongIn no había convivido con su amigo lo suficiente como para conocer su verdadera personalidad, por lo que por el momento, todo iba bien.

Afortunadamente Baekhyun, debido a su trabajo, sabía de temas suficientes como para no quedar como un retardado y así hacer tiempo mientras llegaba el resto. 

Supo mantener una plática bastante decente con el bailarín y este quedó con una grata impresión.

El segundo (segundos) en llegar fue un gran alivio para Baek, ya que se le estaban acabando las palabras. JongIn se puso de pie para recibir a sus amigos y de inmediato presentarles a su pareja.

—KyungSoo, ellos son JongDae y ChanYeol —sonrió. Los aludidos se acercaron al editor y realizaron un par de reverencias.

Antes de que pudieran decir cualquier cosa, el resto fue llegando, uno por uno, hasta que en total había nueve personas a la mesa.

KyungSoo y JongIn se miraron y se sonrieron nerviosos.

Hasta ese momento sus familiares habían sabido comportarse, presentándose cómodamente y sentándose con modales más que practicados.

Ambos grupos de amigos habían sido amenazados, por ello sentían que debían de cumplir o al día siguiente su nombre estaría en las noticias, reportados como ‘desaparecidos’.

Después de presentados, los amigos de JongIn y él comenzaron una pequeña charla en voz baja, por lo que D.O. se vio en libertad de hacer lo mismo.

—¿Y Kris? —preguntó a BaekHyun y JoonMyun. Ambos negaron en señal de no tener idea de su paradero.

—¿Entonces deberíamos ordenar? —JongIn se hizo oír entre los presentes, todos sonreían tan forzadamente que casi hace que Kyung sienta pena por ellos.

—Claro… yo… Él es JoonMyun —presentó a su amigo, el único que faltaba por ser presentado. Estaba por agregar cualquier dato extra cuando una persona entró corriendo como alma que llevaba el diablo; alto, rubio.

KyungSoo casi pudo ver en cámara lenta cómo comenzaba a correr alrededor de la mesa –y de todos – siendo perseguido por una mujer de un cuerpo envidiable y con el cabello tan rojo como Little mermeid.

—Y él es Kris —suspiró, totalmente derrotado.

El rubio dio tres vueltas más a la mesa y luego con ayuda de una silla, subió a la misma, haciendo que todos se levantaran de inmediato, creando un gran estruendo al arrastrar sus asientos.

—¡Te digo que no, carajo! —gritó el doctor, intentando con un pie alejar a la chica.

—¡No, Wu Yi Fan! ¡Esta vez me la pagas!

—Y ella es su novia —sonrió, como si todo fuera bien en la vida.

—¡Imbécil! —Todos escucharon cómo otra chica pelinegra, gritando a viva voz llegaba al lugar.

¿Y el edecán? ¿Y los camareros? ¡¿Dónde estaba la maldita seguridad?!

—Y ella es su otra novia —agregó, llevando su mano derecha a acariciarse el entrecejo.

La segunda mujer no perdió el tiempo y quitándose la zapatilla con destreza, se la lanzó a Kris directo a la cabeza, y ya se imaginarán, como el alto estaba en un solo pie terminó cayendo de la mesa al suelo, donde ambas chicas se lanzaron sobre él de inmediato.

BaekHyun pudo jurar haber visto un tic en el ojo izquierdo del editor, pero prefirió no emitir palabra.


Si eso había hecho Kris al llegar, no quería ver la gran entrada que daría Oh Se Hoon.



***



KyungSoo inhaló y exhaló profundo. JongIn se desabrochó el primer botón de la camisa para así poder respirar con más normalidad.

Diez personas entraron en el apartamento y tomaron asiento en los sillones del living.

—El lugar es muy bonito —opinó Kris. BaekHyun intentó reprimir una carcajada cubriendo sus labios y KyungSoo lo fulminó con la mirada.

¿Cómo que el lugar era bonito? Si él no hubiera hecho su espectacular entrada no tendrían por qué estar ahí en primer lugar.

—Gracias —sonrió JongIn lo mejor que pudo. Gracias a él los habían vetado de su restaurante favorito. —¿Nos… permiten un momento?

Los ocho hombres asintieron, dejando que la pareja se alejara un poco al área de la cocina.

Michael Haverland


Un silencio se instaló entre ellos, hasta que uno de los amigos del moreno tomó la palabra.

—¿Entonces estás soltero? —preguntó a modo de burla.
Kris sonrió, por lo que el resto se vio en el derecho de reír.

—No sabía que ambas se encontrarían ahí. —Se excusó.

El ambiente se hizo notoriamente más ligero, por lo que todos sintieron que al fin podían respirar.

La verdad es que para ellos también era difícil.

Primero resultó que eran una vergüenza para sus amigos. Segundo los amenazaron para “comportarse”. Tenían el miedo constante de que si respiraban, lo estarían haciendo mal. ¿Acaso debían levantar el maldito meñique para inhalar y exhalar oxígeno adecuadamente?

Se comprendieron. Sus sonrisas eran de empatía.


—La verdad es que KyungSoo ni es tan normal. —Se mofó BaekHyun.

—Yo ni quería venir —aportó YiXing.

Todos asintieron, aceptando los comentarios.

Había alguien en el mundo que comprendía su sufrimiento, que los entendía. No estaban solos en el planeta.

Vale, tal vez estaban siendo un poquito dramáticos. Cada uno estaba consciente de qué grado ocupaban en la escala weird, pero también estaban conscientes de que si Kai y D.O. eran sus amigos, era por algo.


Frente a la cocineta, KyungSoo se había deshecho en disculpas para con JongIn. Hablaron sobre qué harían ahora que los ocho estaban en su apartamento y se pusieron de acuerdo para intentar que todo fuera normal.


—Prepararemos algo de comer nosotros mismos ya que estamos aquí. —Hizo saber D.O., cuando se acercaron a ellos nuevamente.

Vio que todos sonreían y eso le hizo hervir la sangre. Todo estaba saliendo mal, pero ellos sonreían.

El que había identificado como ChanYeol, un chico alto y de orejas grandes que no necesitaba emitir una palabra para demostrar cuán raro podría llegar a ser, se puso de pie.

—Yo ayudo —sonrió, mostrando una blanca y perfecta dentadura.

KyungSoo en realidad no creía que hubiera alguien más alto que Kris, o tal vez sería por su delgado cuerpo, pero el chico lucía tan alto en comparación a él mismo.

JongIn, KyungSoo, ChanYeol y JongDae (que no recordaba se hubiera ofrecido) se dirigieron al área de la cocina y bajo las indicaciones de D.O. comenzaron a cocinar.

ChanYeol y JongDae se quitaron los sacos que llevaban y en cambio se pusieron un par de delantales que Kyung tenía por ahí. JongIn parecía vigilar cada movimiento que hacían pero ellos no le prestaban la más mínima atención, sino que se susurraban cosas entre ellos y luego soltaban risitas ahogadas.

—Esos dos son inseparables. —Le informó, o más bien le advirtió.


Despistadamente y aprovechándose de que los dueños de la casa parecían muy ocupados secreteándose entre ellos, Kris se levantó y comenzó a subir las escaleras del apartamento de manera casual.

—No deberías —habló MinSeok, amigo de JongIn.

BaekHyun rodó lo ojos y susurró un quedo “aguafiestas”, para luego seguir al que recién se había quedado en la soltería.

Si de la pequeña familia de KyungSoo (conformada por él, BaekHyun, Kris, SuHo y recientemente el pequeño SeHun) había alguien sensato, entonces ese era SuHo. Ese hombre es el que intentaba poner el orden y hacer las cosas decentemente. Por ello se puso de pie y, acomodándose el saco, comenzó a subir las escaleras detrás de ellos.

BaekHyun no era tonto, sabía que la realidad era que SuHo tenía curiosidad por el piso de arriba, pero frente al resto intentaba disimular susurrándoles cosas como “Vengan aquí” y “No suban allá”.

En el living quedaron MinSeok, LuHan y Lay. Ambos se conocían desde el tiempo suficiente como para que no les pareciera sorpresa cuando los tres se pararon cual resortes para también dirigirse a la segunda parte del lugar.

Michael Haverland


Lo primero que notaron fue a Kris sentado en un cocoon hanging chair rogándole a BaekHyun que le diera vueltas.


Kris era una persona contrastante.

Cuando había entrado corriendo en el restaurante a todos les había parecido un desquiciado, sin embargo, en el transcurso del camino al apartamento, el doctor había mantenido un semblante serio; ceño ligeramente fruncido, ojos juzgadores, labios en una fina línea y postura perfecta. Se volvía difícil pensar en él mismo como una sola persona. Si MinSeok no hubiera presenciado él mismo el cambio, sino ambas facetas por separado, entonces hubiera jurado que eran personas totalmente distintas.

Y ahí estaba, un cirujano talentoso y apuesto, vestido con un traje gris que gritaba “Cuesto lo que tú ganas en un año”, sobre una silla colgante pidiendo desesperadamente “le dieran vueltas”.

Y luego estaba el chico que entre risas comenzó a darle vueltas, el tal BaekHyun.
MinSeok lo recordaba de hace un par de años, del evento cultural de la escuela en la que él trabajaba junto con Kai. Parecía un buen chico, MinSeok le calculaba unos 24, 25 años. Su sonrisa formaba un rectángulo casi perfecto, finas líneas de expresión se dibujaban alrededor de sus ojos, que se formaban en medias lunas. Su cabello era castaño y ordenado, enmarcando perfectamente sus rasgos.

¿Por qué carajos los amigos de KyungSoo parecían haber salido de la maldita televisión?

Incluso ese tal JoonMyun con ese ridículo corbatín azul, que parecía más interesado en el paisaje a través de los ventanales que en hacer lo que se supone había ido hacer.

—Qué envidia —murmuró LuHan, sentándose en el sofá azul frente a Kris, quien mareado, pateó a BaekHyun para que dejara de moverlo.

El lugar era más que idílico para los presentes.

MinSeok y YiXing fueron a sentarse al lado de LuHan, sintiendo casi pena del sofá. Ellos lo conocían, ese junto con el de abajo estaban en el departamento de soltero de Kai, sin embargo en esa sala se veían increíble.

—Entonces… ¿conocen de hace mucho a JongIn? —preguntó JoonMyun, caminando de una de las ventanas al sofá, observando que el periodista entre quejidos se iba a hurgar la mini nevera en una esquina de la sala.

Todos sabían que no sería la última vez que se encontraran, y entre más pronto se sintieran cómodos los unos con los otros, mejor.

—Lo suficiente —respondió LuHan, esbozando una media sonrisa—. Es un muy buen chico, si es lo que les preocupa.

—¿Lo conociste en la escuela?
MinSeok dejó escapar una risa y LuHan sólo lo miró mal.

—No… yo soy un poco mayor que él.


Si los cálculos de SuHo no fallaban, JongIn tendría un par de años menos que BaekHyun (quien por cierto ya se había adueñado de una lata de café helado), por lo que le supuso la misma edad a LuHan.

—¿24, 25? —preguntó, aunque pensando en que se veía más joven que eso.

El interrogado sólo pudo mostrar una linda sonrisa (libre de marcas de expresión) cuando MinSeok comenzó a reír otra vez e intervino:

—Qué va, si este hyung ya va para los 30.

Byun Baek Hyun escupió el gran trago de café que había dado, ensuciando horriblemente la alfombra beige sobre la cual descansaba el sofá azul.

Todos se miraron entrando en pánico y se levantaron como si les hubieran puesto un resorte en el trasero. Uno por uno –y lentamente – fueron bajando las escaleras como si nada hubiera pasado, hasta que todos estuvieron en su lugar inicial -en el living sobre los sillones-.

KyungSoo no era supersticioso, pero él no recordaba esa grieta en la arrocera. A paso rápido fue a echar un vistazo al living, donde los ocho chicos –justo donde los había dejado – le dedicaron una bonita sonrisa.

—¿Necesitas ayuda, Kyunggie? —ofreció BaekHyun, poniéndose de pie como si de verdad tuviera le intención de ir ayudar, pero el aludido negó un poco contrariado y regresó a la cocina.

Tal vez si KyungSoo no hubiera estado tan ‘en pánico’ se hubiera dado cuenta de que alguien faltaba en la imagen.

El castaño volvió a tomar asiento y suspiró. Él no tenía la culpa de que LuHan pareciera un jovenzuelo cualquiera.

—¿Y Kris? —preguntó luego de unos segundos de silencio. Todos miraron a su lado, como buscándolo. Al ver que obviamente no estaba ahí volvieron a subir, encontrándose con que –al haber subido los pies y a su altura– el alto se había atorado debido a la forma esférica de la silla colgante.

Suho y Baek de inmediato lo tomaron cada uno de un brazo y comenzaron a jalarlo, pero como la silla sólo se sujetaba con una cadena, también se movía en reacción. YiXing y MinSeok decidieron que así nunca lograrían nada, así que pidieron que jalaran al doctor mientras ellos sostenían la silla.

Un intento. Dos intentos, pero Kris no salía.

—Te quedarás ahí para siempre —insinuó BaekHyun, aun jalando.

Entre tanto jaleo y jaleo los cabellos del alto se desordenaron un poco, así que empezó a removerse él mismo para salir lo antes posible y poder aplacarse el pelo. Lo que no se esperaban es que la cadena no sería tan fuerte como para soportar tanto movimiento.

Cuando menos se habían dado cuenta, la silla ya no estaba sujeta de la cadena, sino que ésta estaba en el suelo, junto con Kris…



MinSeok pensó que esa sería una larga velada. 



Notas finales: 

Las imágenes son de un loft en New York con decoración de Michael Haverland.

Espero que les haya gustado. Aunque ahora parece algo muy ligero, luego irán entrando cosas serias. Gracias por leer. 

Los tuyos, los míos y los nuestros Cap #01

Los tuyos, los míos y los nuestros
Por: K





Capítulo 1: N o s o t r o s



KyungSoo sonrió. Ese apartamento era simplemente perfecto.

—Pero… ¿No es muy caro? —inquirió, sabía que JongIn tenía el dinero suficiente, y que con el dinero que él aportaría y con el dinero que ganarían por la venta de sus apartamentos de solteros incluso saldría sobrando, pero su personalidad frugal le hacía imposible no preguntar, con la esperanza de que tal vez su pareja lo reconsiderara.

—¿De qué hablas? ¡Será el lugar donde seremos felices! ¿A quién le importa el precio?

La mujer al lado de JongIn asintió, pero claro, era su deber vender el lugar, obvio que estaría de acuerdo.

KyungSoo suspiró. Observó la hermosa sonrisa que se formaba en los labios del moreno y terminó por asentir.

—No te arrepentirás, Kyung.

El mayor asintió y lo acercó a sí en un abrazo. Sabía que su chico no lo decía exactamente por el lugar, sino por la importante decisión que era el vivir juntos.


En definitiva KyungSoo nunca se imaginó que terminaría saliendo con JongIn, ¡mucho menos viviendo con él! Pero qué se le iba a hacer, ya llevaban dos años, siete meses y 14 días saliendo –sí, los contaba- y él simplemente no podía estar más feliz.


Cuando ambos chicos se separaron, la mujer a su lado sonrió casi encantadoramente.

—La vendedora no quiere que por ningún motivo se retracten —habló, ¿y por qué habrían de hacerlo? —, así que antes de firmar, a ella le gustaría tener una plática con los compradores. Espero que estén de acuerdo, si es así sólo hará falta que me digan cuándo están disponibles y yo organizaré la cita.




***





La mujer tomó la taza entre sus manos temblorosas, haciendo que un poco de café se derramara sobre la mesa. Se disculpó con nerviosismo y ella misma se encargó de limpiar la mancha, para luego dar un sorbo a su café.

JongIn y KyungSoo se miraron entre sí, un poco tensos.

Un silencio se instaló en la pequeña mesa para cuatro.

—Ellos están listos para comprar, Miss K —rompió el silencio la intermediaria, quien se había identificado como Lee Jin Min—. Lo único que hace falta es la plática y la firma.

Miss K lamió su reseco labio inferior para luego quitarse las obscuras y cuadradas gafas que aun dentro del local se había empeñado en mantener, dejando ver unos bonitos ojos castaños. Dejó su taza de café helado sobre la mesa y con un coreano no tan mal pronunciado habló:

—La razón por la que no quiero que se retracten es porque después de esto volveré a América, y no quiero tener que regresar a Corea sólo para vender mi apartamento. —Ambos asintieron, esperando a que continuara. —No es que en sí haya razones, pero es mejor prevenir —aclaró—. El vecino de piso es el doctor Kim; no tendrán muchos problemas ya que casi vive en el hospital, pero suele estar de mal humor siempre. Los vecinos del piso de abajo son unos recién casados, y dos chicos japoneses y su perro. Los de arriba son una pareja con un hijo, y otro par de Japón y su gato.

Para ser sinceros, ellos no creían que esa información les fuera ser de relevancia, sin embargo para la americana parecía de absoluta importancia. Aunque su voz era firme y segura, sus grandes ojos se cerraban y abrían con frecuencia, en una señal de nerviosismo.

—El gato, no sé cómo, siempre encuentra la manera de entrar en la terraza —continuó—, o sino, anda merodeando por los pasillos… como el perro. Los dueños del gato y los del perro por lo general siempre que se ven es solo para gritarse en japonés a causa de sus mascotas, y cuando el doctor Kim se encuentra en casa les toca la mala suerte de que se mete en la pelea… Pienso que uno de los japoneses de arriba es transformista, pero no estoy segura. En cuanta los recién casados y el matrimonio y su hijo, ellos son muy buenos vecinos, por lo general siempre me llevaban presentes, no sé cómo será con ustedes. Por favor no causen ningún mal —pidió, finalizando.

Kyungsoo y Jongin pasaron saliva. En realidad no era tan malo, digo, ellos pensaron en sus anteriores viviendas y llegaron a la conclusión de que en cualquier lugar hay vecinos así. Con Kyung estaba el tipo del azúcar y con Jong el de las fiestas. Podrían sobrellevarlo.

—¿Eso es todo? —Preguntó KyungSoo—. Si es así, esté por segura que estaremos bien. Somos difíciles de roer —agregó con una sonrisa, que por lo visto tranquilizó a la mujer.

—Siento que olvido algo, pero… si están seguros, entonces no tengo más qué agregar —asintió, mirando a la intermediaria, quien de inmediato sacó una carpeta con los papeles correspondientes. Ambas partes firmaron y así al fin habían adquirido su nuevo hogar.



***




KyungSoo sonrió.

Había perdido la cuenta de las veces que había sonreído en las últimas tres semanas, pero es que simplemente todo pintaba perfecto.

Muchas de sus cosas ya se encontraban en el apartamento, pero lo único “instalado” era la bonita alfombra azul, en donde en ese momento ambos disfrutaban de su pequeña celebración de inauguración, y la lámpara de pie que los alumbraba en la obscuridad de la noche. JongIn había insistido en comprar comida china y ahí estaban, recargados en la pared de lo que sería el living de su nuevo hogar comiendo quién sabe qué cosa.

—Pero está bueno, Soo —rio el moreno, luego de que su hyung le regañara por comprar “lo mejor de la casa” aún sin saber qué era.
Kyung negó otra vez, a pesar de que su boca estaba llena con comida. Fue a sentarse a horcajadas sobre sus piernas y a pegarle con los palillos en la frente. Lo único que el menor atinó a hacer fue a abrazarlo por las caderas y a decir tontamente “lo siento”, aunque de verdad no fuera así.


La relación entre ellos había comenzado gracias a un día más de trabajo para ambos. A BaekHyun, periodista y amigo de Kyungsoo le habían pedido –ordenado – se encargara de un evento cultural en una escuela de renombre y prácticamente le había exigido a su amigo y editor que le acompañase, alegando que así haría mejor su trabajo. Para cubrir el evento en su totalidad, Baekhyun también quiso entrevistar al coreógrafo y maestro de los alumnos que presentaron el número especial, y ahí fue cuando sus miradas se cruzaron por primera vez.

Do KyungSoo había tenido que lidiar todo el día con las insistentes quejas del periodista, quien alegaba merecer cubrir cosas de mayor importancia, no eventos escolares. Sin embargo, todo su día dio un giro espectacular cuando vio que, con una sonrisa más que preciosa, Kim Jong In aceptaba ser entrevistado por Byun Baek Hyun.

Lo que resta de la historia se cuenta solo. En toda la entrevista el bailarín, coreógrafo y profesor no hizo más que ver a Kyung, quien terminó golpeado por “siempre llevarse a los chicos lindos”.
La verdad es que él pensaba que si Baek no se conseguía un novio era por la personalidad psicótica que tenía, pero eso aquí no viene.


KyungSoo, como editor que era, había leído incontables historias de romance, por eso no se le había hecho extraño saber desde el primer instante que JongIn era la persona para él.


Después de la amena cena acompañada de besos fugaces y comentarios divertidos sobre cómo sería su realidad desde ese momento, venía lo que a ambos les preocupaba.

—¿Entonces BaekHyun vendrá a ayudarte con la decoración?
JongIn no había pasado el tiempo que le hubiera gustado en compañía del periodista. La verdad es que cada que se reunían con él, Kyung terminaba corriéndolo antes de que cometiera alguna barbarie.

—Así es. Dijo que vendrá mañana —respondió, no con el ánimo que se esperaría.


Que ambos tomaran una decisión tan relevante como lo era vivir juntos dejaba más que claro que, sinceramente, ellos no tenían ya la opción de que en algún momento se separarían. Esto significaba que serían, para siempre, parte en la vida del otro, por lo tanto, debían conocerse todo.

Tanto para JongIn como para KyungSoo su familia eran sus amigos; más que lazos de sangre. Ellos habían estado ahí en todo momento y por ello era importante para los dos que se conocieran formalmente, y no sólo eso, sino que tendrían que, de cierta manera, acostumbrarse a la presencia constante del otro en sus vidas.

Sin embargo, había un pequeñísimo detalle: cada uno por su lado, pensaba que sus amigos eran la cosa más extraña y weird que pudo haber vomitado el planeta.
Simplemente tenían pavor de que de repente lo arruinaran todo; vivían con el miedo constante.

Pero lo hecho, hecho estaba. Y ellos estaban dispuestos a aceptar a su amor con todo y paquete.


—Kris ha estado insistiendo en que deberíamos hacer una fiesta de inauguración —soltó KyungSoo de repente.

JongIn había escuchado mucho sobre Kris, pero realmente nunca lo había visto en persona. Sabía por boca de su pareja y amante, que se había graduado con honores de una escuela de medicina muy importante en Estados Unidos, pero no conocía mucho de su vida actual, excepto que era un cirujano talentoso.

—¿Y tú qué opinas? —preguntó el moreno. Tal vez era algo que debían hacer, pero no quería obligarlo a nada.

—Creo que está bien siempre y cuando no sea aquí… No la primera vez. —Se sinceró. Le preocupaba la integridad de su recién adquirido a apartamento.

—Está bien —cedió, abrazando a KyungSoo por la cintura, que aún se encontraba sobre sus piernas, pero esta vez envolviendo su torso—. Le pediré a ChanYeol que avise al resto, estarán encantados de al fin conocerte. Ellos me han estado insistiendo desde que les comenté que tenía a alguien, se vuelven medio insoportables —confesó, y luego agregó—: la verdad es que siempre son insoportables.

El mayor dejó escapar una pequeña carcajada y atrapó los labios de su amante entre los suyos, en un beso suave y cariñoso.

—Está bien, mis amigos no son la definición de decencia, que digamos.

Ambos rieron y se volvieron a fundir en un beso, esta vez con más entrega. JongIn recostó a Kyung en la alfombra sin separarse de él y se aseguró de no dejar ningún centímetro de su cuello sin recorrer con sus labios.

—¿Sabes qué estaría perfecto, Soo? —susurró sobre su cuello. La verdad es que era muy caliente cuando quería, tanto, que el mencionado sólo pudo suspirar en respuesta. —Estrenar el lugar, ¿no crees?

El menor se separó sólo para abrirle las piernas a su pareja y así poder sacarle los pantalones, sin embargo la pierna derecha de este topó contra la lámpara de pie, ocasionando que cayera, el foco se fundiera y que los dejara así en completa obscuridad.

Hubo silencio.

Luego las carcajadas de ambos irrumpieron en el lugar.


Vaya que estaban siendo condenadamente felices.



Notas finales:

Equis, están chavos (?).
No sé si los capítulos serán así o más largos. 


Los tuyos, los míos y los nuestros (KaiSoo) Capítulos

Resumen

KyungSoo y JongIn han tomado una de las decisiones que podrían suponerse como críticas en la vida de pareja. Y no, no han decidido casarse (que si pudieran lo harían).

“Que ambos tomaran una decisión tan relevante como lo era vivir juntos dejaba más que claro que, sinceramente, ellos no tenían ya la opción de que en algún momento se separarían. Esto significaba que serían, para siempre, parte en la vida del otro, por lo tanto, debían conocerse todo.

Tanto para JongIn como para KyungSoo su familia eran sus amigos; más que lazos de sangre. Ellos habían estado ahí en todo momento y por ello era importante para los dos que se conocieran formalmente, y no sólo eso, sino que tendrían que, de cierta manera, acostumbrarse a la presencia constante del otro en sus vidas.”

Sólo había un pequeño detalle…

“KyungSoo casi pudo ver en cámara lenta cómo comenzaba a correr alrededor de la mesa –y de todos – siendo perseguido por una mujer de un cuerpo envidiable y con el cabello tan rojo como Little mermeid.

El rubio dio tres vueltas más a la mesa y luego con ayuda de una silla, subió a la misma, haciendo que todos se levantaran de inmediato, creando un gran estruendo al arrastrar sus asientos.

—Y él es Kris —suspiró, totalmente derrotado.”

Cr: La imagen no es mía, sólo la edité.


EXO’s fanfic


KaiSoo
ChanBaek
ChenYeol
KrisHun
HanHun
Etc.


Con la participación especial de SHINee’s Key,
 MinHo, JongHyun, TaeMin & Onew

the GazettE's Ruki,
Reita, Aoi & Uruha
[De estos últimos casi nada]




Género: AU, Romance, Humor.
Clasificación: +16.
Advertencias: Lemon.

Lista de Capítulos:

Notas del fanfic: 


Este es un fanfic inspirado en la comedia romántica Yours, Mine and Ours. No tienen mucho en común más que el nombre y el concepto de dos "familias" mezclándose. 
Espero que lo apoyen y le den todo su amor. 
Respecto a las parejas, habrá de todo (?), Ahá xD Debido a que es una comedia y a que suele pasar, he puesto varias parejillas ahí que se harán serias, otras que serán muy shounen-ai y/o insinuación de algo que tal vez ni al caso, llámenlo fanservie, si quieren (?). 


jueves, 14 de agosto de 2014

I Día No. 6299

Con fecha de hoy retiro de tu vida mis tropas de ocupación. Me desentiendo de todos los invasores en cuerpo y alma. Nos veremos las caras en la tierra de nadie. Allí donde un ángel señala invitándonos a entrar: Se alquila paraíso en ruinas.

¿Qué es mi vida después de todo, más que un paraíso en ruinas? 

Hubo un tiempo en que fui ingenua, extremadamente. 

Luego fui tonta, como no tienen idea. 

Pero hoy, hoy al fin estoy alcanzando la felicidad. 


« E n  u n  l u g a r  d o n d e  l a s  n u b e s  n o  d e j a b a n  v e r  e l  S o l ,   c r e c i e r o n  f l o r e s  f u e r a  d e  t e m p o r a d a . »


Sin duda una de las cosas que me hacen más feliz es escribir, y por ello estaré compartiendo aquí esta pasión.

Escribo fanfics por lo general yaoi.
Las parejas que más me gustan son:

SHINee:
Jongkey, Minkey, Jongyu.

EXO
Taohun, Taoris, Baekyeol, Hanhun, Krishun, etc, etc.

the GazettE:
Aoiki, Aoiha, Reituki, Reituha.


Fanfics

  1. Los tuyos, los míos y los nuestros (EXO)